
Marzo puede ser uno de los meses del año más difíciles de enfrentar, para la mayoría significa el término de la desconexión luego de las vacaciones y el regreso a la rutina, debemos retomar nuestra rutina laboral, el inicio del año escolar y/o universitario de nuestros hijos, levantarse más temprano, comienzan nuevamente los tacos, aumentan los gastos, etc.
Para muchos el volver a la rutina puede venir acompañado de apatía, falta de energía y motivación, e incluso depresión. Esto se conoce como Sindrome Postvacacional y hace referencia al estrés que sentimos post vacaciones. Nos sentimos más irritables, ansiosos, podemos presentar trastornos del sueño, dificultad para relacionarnos con los demás, dificultad para concentrarnos y desempeñarnos en nuestro trabajo. Todo esto puede aumentar si nos vemos enfrentado a todos los acontecimientos que vive el país desde hace meses y del cual habíamos logrado desconectarnos durante nuestras vacaciones.
Para los niños también puede ser difícil ya que tienen preocupaciones por levantarse temprano, pensar en los profesores que les tocará, los compañeros, etc. Los que están comenzando la universidad, pueden sentir ansiedad por la nueva etapa que están comenzando.
Consejos para enfrentar la rutina nuevamente:
1. Afrontar el primer día como una jornada laboral más, intentando no pensar en lo difícil que puede ser. Hay que pensar que además de volver a las exigencias y responsabilidades, también estamos volviendo a ver a amigos y compañeros de trabajo con los que podemos compartir momentos agradables.
2. Tomárselo con calma y organizarse: tomarse un tiempo para ponerse al día y establecer una línea de trabajo con objetivos a conseguir durante la primera semana de modo de ir recuperando el ritmo de trabajo de a poco hasta llegar al que estabamos acostumbrados antes de irnos de vacaciones.
3. Evitar pensar que queda mucho para las siguientes vacaciones: pensar en todos los fin de semanas y festivos que habrán para descansar y desconectarse puede ayudar. También plantearse metas de lo que queremos lograr en el trabajo puede hacer que nos sintamos motivados para ir a trabajar.
4. Pensar que un día no es solo para ir trabajar: cuando se termina la jornada laboral podemos realizar actividades que disfrutamos como estar con la familia y amigos, realizar actividad física y/o algún hobbie.
5. No llevarse trabajo a la casa: esto solo te hará sentir agobiados y no te ayudará que se pase el sindrome postvacacional.
6. Ser positivo: aceptar el hecho de que se acabaron las vacaciones y ahora toca trabajar intentando hacer el trabajo lo mejor posible. Pensar que quizás hay muchas personas que no tienen un trabajo.
7. Pensar qué significa el trabajo para uno: oportunidad de crecimiento y realización personal, de aportar a la sociedad. De esta manera dejamos de ver el trabajo como una obligación y disfrtutamos mucho más el proceso. Cuando los hijos ven que los padres tienen una actitud positiva hacia el trabajo y lo disfrutan, para ellos es mucho más fácil verlo como algo positivo a futuro.
Por último, si la vuelta a la rutina se está haciendo más difícil de lo normal, es mejor consultar y pedir apoyo a especialistas de la salud para que nos ayuden a sobrellevar el estrés o depresión que puede significar la vuelta a la rutina.