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Cómo enfrentar el Estrés en la contingencia actual y la importancia del autocuidado.

Ps. Margaret Gibson Craig Carmichael

La situación que se vive a nivel nacional puede producir experiencias de estrés extremas en las personas dada la exposición a hechos de violencia, las dificultades en actividades diarias habituales (como transportarse para llegar a sus trabajos o a sus casas, dificultad para hacer compras, etc.), los perjuicios que puedan haber sufrido (daños físicos, económicos y morales) y la incertidumbre de lo que pueda pasar a futuro.

Es común que ante acontecimientos así presentemos algunas reacciones que son normales ante una situación anormal de elevado estrés, como sentimientos de: miedo, confusión, angustia, cambios de humor, nerviosismo, irritabilidad, estado de alerta constante, alteraciones del sueño, alteración del apetito, dificultad para concentrarse, dolores de cabeza y sensibilidad frente a ruidos fuertes.

Son reacciones temporales que en general van disminuyendo con el tiempo una vez que la situación estresora finalice.

Algunos consejos que nos pueden servir para sobrellevar estos momento son:

1- Tomar conciencia de las propias emociones y sensaciones corporales; es decir, identificar “qué me pasa a mi”, “cómo me siento”. Esto nos permite asumir el control y tomar mejores decisiones. Poner filtros para atender nuestras necesidades e invertir así en bienestar, integridad y calidad de vida.

2- Centrarnos en el presente, en el aquí y ahora dejando las distracciones a un lado. La exposición permanente a imágenes de violencia y pensar en exceso en los acontecimientos generan malestar y estrés. Si somos capaces de traer pensamientos a nuestra mente, somos capaces de dejarlos ir, sobretodo cuando nos generan angustia. La conexión con el momento presente nos permite tomar decisiones basadas en cómo nos estamos sintiendo realmente en el momento actual. Para conectarnos con el presente basta con respirar profundo y tomar conciencia de todo lo que nos rodea en ese minuto, los ruidos, la temperatura del lugar, lo que vemos, experimentar en plena conciencia cada actividad que realizamos.

3- Cuidarse en la familia, acogerse, apoyarse, dialogar y fomentar la expresión de emociones.

4- Priorizar la Información de medios de comunicación formales. La gran cantidad de información que tenemos disponible y de manera inmediata puede aumentar la desinformación y la ansiedad.

5- Desconectarse, tomarse periodos para poder relajarse y no sentirse agobiado por toda la información recibida. Desconectarse de redes sociales y favorecer momentos que permitan compartir en familia.

6- Mantener hábitos saludables. Cuidar las horas de sueño y mantener las buenas prácticas para un descanso saludable. Alimentación sana y ejercitarse.

7- Mantener la rutina, es decir, las actividades habituales siempre dejando espacio para las actividades de ocio, relajación y actividades que hagan sentir bien. Esto nos permite organizarnos y sentir que estamos en control, no estancarnos en lo que nos pueda producir sentimientos negativos y malestar. También le dará seguridad a los hijos.

Ayudando a Nuestros Hijos

Los niños se han visto afectados en sus rutinas diarias que para ellos son muy importantes, ya que la predictibilidad les genera seguridad y tranquilidad. El quiebre en esta predictibilidad les puede producir ansiedad, irritabilidad, problemas en su conducta, etc.

Como padres es importante contenerlos y ayudarlos a procesar toda la información a la que están expuestos. Algunos consejos:

1- Mantenga la calma. Los niños son susceptibles al estado emocional de los adultos que los rodean.

2- Explíqueles qué está pasando con palabras simples y acordes a su edad. Evite alarmarlos, mentir e inventar historias. Dígale que es una situación excepcional y que no será así para siempre.

3- Evite exponerlo a las noticias e imágenes de redes sociales ya que solamente aumentará su sensación de angustia y miedo.

4- Si no quiere dormir solo, déjelo dormir con usted. Esto le brindará calma y seguridad.

5- Si el niño o niña tiene miedo abrácelo y cuéntele cuando usted también se ha sentido así.

6- Propicie un espacio para el diálogo preguntándoles como se sienten y que piensan. En niños más pequeños se les puede pedir que lo dibujen.

Estas medidas favorecerán el autocuidado, permitiendo que poco a poco, se vaya restableciendo el equilibrio emocional y bienestar personal y familiar.

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