
El sobrepeso y la obesidad infantil es uno de los principales problemas de salud graves del mundo, del país y también a nivel familiar, ya que tiene un alto impacto en la calidad de vida de nuestros niños, ya que éstos se ven enfrentados a distintas afecciones, tanto físicas, psicológicas y de salud como seguir siendo obesos en la edad adulta y mayor riesgo de contraer a edades más tempranas enfermedades no transmisibles como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.
La obesidad infantil también puede afectar el rendimiento académico de los niños y esto también presenta importantes consecuencias económicas y de salud para ellos, sus familias y la sociedad en general.
Muchos niños están creciendo en ambientes que fomentan el aumento de peso y la obesidad. Algunos aspectos de la globalización y la urbanización contribuyen a esto, como la exposición a entornos obesogénicos (comida “chatarra”, dulces, embutidos, productos envasados, comida “rápida”) está aumentando en los países de ingresos altos, medios y bajos y en todos los grupos socioeconómicos. La falta de información respecto de la nutrición que debemos darles a nuestros hijos, así como la limitada disponibilidad y asequibilidad de los alimentos sanos contribuyen a agravar el problema, además de la promoción excesiva de alimentos y bebidas hipercalóricos para los niños.
Son reducidas las posibilidades para la actividad física a través de lugares públicos y hoy en día el interés de los niños no pasa por la realización de actividad física, sino más bien está como entretención principal la televisión, el computador y los videojuegos por ende las cifras de sedentarismo y mala alimentación son cada vez más alarmantes.
Es por eso que debemos ser agentes de cambio para las futuras generaciones y sobre todo para nuestros hijos, podemos traspasarle lo importante y satisfactorio que es llevar una vida saludable.
Te presentamos los alimentos que son parte de los nutrientes que necesita un niño diariamente a la semana y su cantidad.

Recomendaciones:
Acostumbra al niño a comer 5 frutas y verduras de distintos colores cada día.
Lee y compara las etiquetas de los alimentos y elige los bajos en grasas, azúcar y sodio (sal).
Estimula los juegos activos en tus niños, los hará más fuertes, flexibles, se divertirán y harán más amigos.
Trata de disminuir el tiempo que ven televisión o se entretienen con juegos electrónicos pasivos (no más de 2 horas al día).
Acostúmbralo a dormir temprano y al menos 8 horas cada día, el sueño favorece el crecimiento y el desarrollo intelectual.
Además de los hábitos de alimentación diarios, se nos presentan las ocasiones especiales y fechas de celebración como una que se aproxima de muy cerca; el día de los muertos o Halloween, en el cual para la mayoría de los niños es sinónimo de dulces. Sin embargo, podemos hacer un cambio en su manera de pensar y en lo que esperan en esta fecha, que no sólo debe ir asociada a consumo de dulces que serían dañinos para su salud, sino que también pueden recibir regalos no comestibles para reemplazar a los dulces como probar regalar crayones, burbujas, caleidoscopios, yoyos, varitas luminosas, pelotas, gafas graciosas u otros regalos divertidos. También podemos modificar los dulces, probando alternativas como envolver en papel celofán u otro de tipo de envoltura atractiva para los niños, frutos secos, uvas, pasas, palomitas de maíz sin azúcar, nueces, entre otros.

Se ha estudiado que la condición de sobrepeso y obesidad en etapas de la niñez se relaciona con bajos niveles de autoestima y de felicidad en escolares. Estos resultados son alarmantes, ya que la autoestima es el aprecio que uno tiene de sí mismo y la felicidad es un índice del bienestar personal subjetivo, y es un tema que concierne a las familias y a todo el sistema educativo.