
La primera semana de agosto se celebra la Semana Mundial de la Lactancia en Latinoamérica. Una iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF en apoyo con WABA (Alianza Mundial pro-Lactancia Materna).
El lema de la Semana Mundial de la Lactancia Materna de este año es “EMPODERÉMONOS ¡Hagamos posible la lactancia!”, con el objetivo de recordar y concientizar a la sociedad que la lactancia materna no es solo cosa de la madre, sino que precisa la ayuda y el apoyo de todo su entorno y esto incluye a los profesionales en salud, familias, organismos profesionales, instituciones académicas, empresas y lugares de trabajo comunidades, gobiernos y medios de comunicación, entre otros.
Es el momento de recordar los beneficios de la lactancia materna en palabras de la OMS “es una de las inversiones más inteligentes que un país, una comunidad y una familia pueden hacer”.
La lactancia materna es la forma natural de alimentación y contribuye con mayor efectividad al desarrollo físico, emocional, intelectual y psicosocial del niño/a, proporcionándole nutrientes en calidad y cantidad adecuados para el crecimiento y desarrollo de sus órganos, especialmente el sistema nervioso, según las necesidades específicas de cada niño o niña.
La inmensa mayoría de las mujeres están preparadas para poder amamantar si reciben el apoyo adecuado en el momento oportuno. Si permiten que sus hijos e hijas se alimenten a demanda, su cuerpo regulará la cantidad y tipo de leche que su hijo o hija requiere.
Algunos beneficios de la lactancia y la leche materna son:
- Apego La lactancia crea un lazo único entre la madre y su bebé.
- Mejor nutrición
- Mejor digestión
- Aporta a la formación de tejidos y membranas celulares
- Adecuada absorción de fierro
- Aporte inmunológico
- Recuperación posparto
Consejos para una lactancia exitosa:
Ofrece el pecho “a libre demanda”. El niño(a) es el único que sabe cuándo ha quedado satisfecho y para ello es importante que la toma sea cuando lo requiera y dure hasta que sea el niño/a quien suelte espontáneamente el pecho. El régimen de libre demanda, día y noche facilita la organización de la lactancia.
Pide ayuda si tienes problemas. No siempre resulta todo tan simple, si sientes dolor mientras das el pecho, o ya tienes grietas en el pezón, pide ayuda cuanto antes. Consulta a tu matrona, a otra madre que haya dado leche o a grupos de apoyo a la lactancia.
No dar chupetes ni mamaderas al recién nacido/a al menos hasta que la lactancia se haya consolidado: Un chupete de entretención no se succiona de la misma forma que el pecho, por lo que el recién nacido puede “confundirse” y posteriormente agarrar el pecho con menos eficacia (se utiliza distinta musculatura de succión). Esto puede ser la causa de problemas tales como grietas en el pezón y mastitis.
El papá es importante: Su participación en los momentos en que se amamanta a la guagua permitirá establecer un mayor lazo afectivo con ella y con la mamá. ¿Cómo hacerlo? Sacándole los “chanchitos” entre cada toma, mudándola después de que termine de mamar, apoyando a la madre a que esté cómoda y tranquila. El reposo de la madre durante la lactancia es importante para resistir las exigencias de este período. Necesitará de mucho apoyo.
Experimenta distintas posiciones, hasta que encuentres la más cómoda para ti y para tu guagua. Usa el cojín de lactancia. Este cojín es de gran utilidad para la comodidad de la mujer al dar pecho. Aunque al principio puede parecer difícil y ser un poco molesto, encontrarás la postura más cómoda para las dos.
Usa un sostén cómodo: Tus senos han ido cambiando, están sensibles y la areola se oscurece y aumenta de tamaño para la lactancia. Las venas se hacen más notorias y puedes sentir picazón y puntadas ocasionales. Utiliza un sostén que sea firme, cómodo y de algodón, ya que es más suave al contacto de la piel.
Tener más leche: Cuanto más se estimula y vacía el pecho, más leche produce. Si se necesita producir más leche, se debe poner al bebé a mamar más seguido. Si la posición es correcta satisfará todas sus necesidades a su tiempo. Es importante tener presente que generalmente es el niño/a quien regula la producción de leche con su succión.
Leche extraída: Al dar leche extraída, la persona que alimenta al niño debe procurar una óptima interacción con él, ya que esto le reportará beneficios para su desarrollo afectivo-emocional. Si el niño/a aún se amamanta, idealmente la persona que le da la leche en vaso o mamadera no debe ser la madre, para que el niño mantenga la asociación de ella con el amamantamiento y le resulte más gratificante, cómodo y natural alimentarse del pecho.
Sabias que la leche materna
Contiene todos los nutrientes que el bebé necesita para crecer y desarrollarse sano, fuerte e inteligente.
Contiene anticuerpos especiales que protegen el bebé contra infecciones respiratorias, gripe, asma, infecciones de oído, diarreas, alergias y otras enfermedades.
Reduce el riesgo de malnutrición infantil.
Es de fácil digestión y evita el estreñimiento.
Recuerda:
Iniciar la lactancia en la primera media hora después del parto
Amamantar sin restricciones, cada vez que el bebé lo pida
En los primeros 6 meses, alimentar el bebé sólo con leche materna, sin introducir aguas, coladas o jugos
Complementar la leche materna con alimentos locales y adecuados a partir de los 6 meses y mantenerla hasta los 2 años.