
Con la llegada del verano, muchas personas se plantean la posibilidad de no subir de peso, aunque hay veces que puede convertirse en una tarea un tanto difícil. Ya que claramente, las vacaciones son sinónimo de descanso y relajo y esto hace que se tiendan a cometer ciertos errores en los hábitos alimenticios.
Es habitual que durante las vacaciones se suban algunos kilos. Esto puede ser por varios motivos, se desordenan los horarios de alimentación y se saltan comidas principales, se prefieren alimentos altos en azúcares y grasas, como helados, jugos con azúcar, bebidas, comida rápida y se consume generalmente una mayor cantidad de alcohol. Incluso aunque en total consumamos las mismas calorías habituales, sólo por el hecho de disminuir la actividad física y modificar los horarios nos hace subir algo de peso.
A continuación, te entregamos algunas recomendaciones para incorporar nuevamente hábitos saludables a nuestra vida y mantenerlos en el tiempo.
No comer a deshoras: Respetar los horarios de comida. Generalmente algunas personas en vacaciones realizan muchas comidas durante el día, bastante calóricas (helados, galletas, pan, etc) olvidando algunas veces (para no complicarse) los usuales almuerzos y cenas, y prefiriendo la once y los picoteos. Se recomienda mantener estables los horarios de comida, desayuno, almuerzo y cena, tratando de aprovechar lo más posible las frutas y verduras de estación, en su forma cruda para no complicarse más de lo debido.
Hidratarse: Es importantísimo tomar al menos entre 6 a 8 vasos de agua diarios.
Consumir la porción adecuada de frutas y verduras: Incluir 2 platos de verduras y 3 frutas diariamente. La fibra ayuda a regular la glicemia, bajar el colesterol y a producir saciedad. También aporta vitaminas y minerales indispensables para los procesos metabólicos. Aporta antioxidantes que nos ayudan a prevenir enfermedades como el cáncer y enfermedades cardiovasculares.
Preferir alimentos integrales: Preferir el pan y cereales integrales. Aportan más fibra, tienen menor índice glicémico, producen más saciedad, aportan fibra insoluble que ayuda a mejorar la digestión.
Colaciones saludables: De preferir hacer colaciones durante el día, es bueno que éstas sean más saludables. Algunas ideas son la fruta fresca (idealmente no pelar las que se puedan comer con cáscara), lácteos sin azúcar, frutos secos (2 cdas soperas) como maní, nueces, almendras, avellanas, castañas de cajú, pistachos, etc.
Evitar como colación las barritas de cereales y las galletas integrales porque contienen aditivos como jarabe de fructosa, de glucosa, y también azúcar. Además las galletas son altas en grasa.
No Cenar demasiado abundante: En general, en vacaciones durante el día comemos liviano y en la noche para compensar lo hacemos en exceso con alimentos altos en carbohidratos y grasas como pastas, pizzas, comida rápida, pan, dulces, entre otros, los cuales nos aportan exceso de energía, (que generalmente no vamos a quemar). Se recomienda una cena ligera basada en verduras y proteínas. Una ensalada verde con pollo, pavo o pescado y un aliño de yogurt es una excelente alternativa.
Cuidado con el alcohol: Las terrazas y las salidas con amigos favorecen el consumo de alcohol. No obstante hay que tener cuidado con las bebidas que elegimos. La opción light de cerveza o las de 0% alcohol tienen un 30% menos de calorías que las normales, por lo tanto son una buena opción.
Cuidar el consumo de helados: Es habitual disfrutar de helados en verano, por su sabor y efecto refrescante, pero se recomienda preferir los de agua o bien, elaborarlos en la casa con jugos de frutas sin azúcar o yogur de frutas.
Cuidar el consumo de productos light: Muchas veces, pensando en bajar o mantener el peso, se abusa de los productos light. Por lo mismo, se recomienda leer muy bien el etiquetado (cuidar los excesos de azúcar) y respetar el tamaño de la porción aconsejada.
Aumentar la actividad física: Aumentar la actividad física en la medida que se pueda. Esto ayudará a que los kilos que bajen no se vuelvan a subir. El ejercicio físico acelera el metabolismo y además produce sentirse con más energía y felices.
Evitando caer en estos errores, podremos disfrutar de unas reparadoras vacaciones sin preocuparnos de iniciar “dieta” cuando volvamos.